Buitres con piernas de mujer

No todos los buitres son machos. Hay buitres con piernas de mujer que se avalanzan sobre las piezas oliendo ya un final cercano. A veces la descarnan aún viva y débil, seguros de que esta no puede defenderse.

La enfermedad

Parece que la enfermedad se instala cuando la fortuna nos da la espalda... o dicho de otra manera, el sitema inmune nos abandona a expensas de los agentes externos.

Fiel escudero

Intenta descubrir la verdad, mi fiel escudero, aunque para ello tengas que rastrear entre las promesas y sobornos del poderoso y entre los llantos y miserias del pobre.

El sueño

Soñamos despiertos con historias que se suponen lejanas, con historias posibles y poco probables. Cuando dormimos, nuestro sueños tienen decorados surrealistas y recortes de nuestros fantasmas y nuestras angustias. Pero en contadas ocasiones se produce el milagro de un sueño con connotaciones tan agradables que salir de él es meterse en una pesadilla.

La tempestad y la calma

Tras la tempestad siempre viene la calma. Después de las lineas quebradas con dientes de sierra, de las espirales infinitas que desenfocan el objetivo y de las gotas que salpican a todo el que se acerca sea cual sea su ánimo, llega la linea recta, las paralelas o levemente onduladas lineas, el relativo equilibrio.

La mentira es un bicho de patas cortas

Dicen que la mentira es un bicho de patas cortas... porque seguramente con ellas no puede escapar y tarde o temprano se le atrapa. Pero a veces esta mentira puede ser además tan repugnante que no hay por donde cogerla o puede plegarse sobre si misma hasta enquistarse.

Equilibrio inestable

En la vida uno puede subir hasta alturas insospechadas. Incluso puede mantenerse un tiempo y observar desde esta posición un pequeño mundo lejano. Sólo cuando estás a punto de caer, porque tus fuerzas no aguantan o porque la sólida columna en la que te apoyas esté siendo atacada, el gesto de tu cara se tornará preocupado, pensando quizás, en un negro abismo a tus pies

Percebes de diseño

La primera vez que veo en mi mesa este marisco, observandolo tan de cerca con pena de comerlo y no conservar esta imagen de diseño extraordinario que nos obsequia la naturaleza. Si uno se abstrae de lo que es no sería muy descabellado pensar en ellos colgando de las orejas como pendientes, es la solapa como broche o como escultura para el premio a gallego del año, por ejemplo

Torre gorda

Sé que existen lugares que tienen incorporado a su paisaje una torre gorda. Armonizando con el mismo, añado una oronda figura humana desnuda.

La Pilarica

Amada por unos y denostada por otros, esta gorda y noble mujer con la historia más triste entre todas las historias, posa feliz en su onomástica delante del río "Ibero" y de la Basílica de su nombre. En la ciudad de Zaragoza el 12 de Octubre

Chirimoyo

También se puede nombrar en femenino a esta fruta tropical cultivada en la costa de Granada. La primera vez que la ví pregunté como sabía y me dijeron que eran como comerse un flan.

Acrofobia

El problema de las alturas, es que entre esta y el suelo no hay nada ni nadie que pueda amortiguar nuestro golpe. El hiato que se produce entre una cumbre y la cota de salida es un despejado espacio lleno de soledad.

La epidemia y el amor

Los protocolos de actuación en esta y otras epidemias por venir son estrictos y no entienden ni siquiera de situaciones especiales. Para escenarios íntimos se recomienda como en los casos habituales el uso de guantes de látex y mascarilla quirúrgica como protección mínima.

El coro de los grillos

Sobre los ínfimos debates de rosado color que a veces suben al púlpito de los profetas se me ocurre el poema de Machado:
Desdeño las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna. A distinguir me paro las voces de los ecos y escucho solamente, entre las voces una.

Cerebro y cráneo

Siempre encontramos en la naturaleza que las partes más vitales, blandas y sensibles están protegidas de las agresiones externas por una dura coraza, un cráneo o una cáscara de nuez.

La puta de oros

Para maldecir en lengua castellana es muy socorrido y alivia bastante hacerlo nombrando a la puta del palo de oros de la baraja española. Lo habitual es hacerlo mostrando intenciones escatológicas sobre ella.