
El buscado fruto, pequeño, esférico, negro, viene de los sotos de los ríos y de los lejanos parajes imaginados donde crecen los preciados árboles. Su áspero sabor cuando amarillea, se torna dulce en su negra madurez. Su semilla pasa por un canuto de caña, cual cerbatana urbana para juegos de defensa.
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