Cuando se llena el estómago de diversos líquidos a cuenta de la celebración de un próspero año nuevo, se puede acabar convertido en una fuente que mana hacia arriba un chorrillo de decorativo fluido.
Es muy frecuente que la locura se acompañe, aparte del desorden mental que la define, de un desbarajuste físico, con movimientos sin intención, con posturas grotescas, con miradas atravesadas.
La libertad arrebatada es la marcha guiada hacia destinos no deseados. No se valora la libertad hasta que no se priva de ella, así martillea en la memoria popular.
Los que hacen el pan tienen un trabajo redondo: son artesanos, que es mucho mejor que ser artista, trabajan al amparo de la noche misteriosa y crean hermosas obras que además se pueden comer. Y eso sin hablar de la fragancia que les acompaña.
Delfín con sobrepeso pero un poco más simpático. Mamífero azul al que no le falta más que hablar. Submarino que se asoma a a la vitrina para sonreirnos. Ballena beluga
Los que marchan por la autopista en sentido contrario, la única almendra amarga del bote, turrón salado y dulce potaje de habichuelas. Rara avis, mirlo blanco
Movimiento de mano alternativo para despedirse en la distancia. Mostrar la palma cercana cuando se acerca una cara conocida. El gesto preciso del saludo perfecto.
Existe un sitio por donde meter la gasolina super, el alimento especial nutritivo. Hay una entrada con taponcito de goma para inflar la masa muscular, abrir los bronquios, sobreactivar el motor al borde de la rotura. Si llenamos mucho el circuito, puede reventar la carrocería y si no guardamos la espala nos pueden descubrir el agujero.
Los donativos en la calle se dan más facilmente y surgen más espontáneos, cuando el que los pide, ofrece un meritorio espectáculo, un trabajo brillante o una obra redonda
Agotamiento inexplicable que nos limita. Pensamiento vago. Cansancio psicofísico que nos arrastra en la mañana y nos respeta en la noche. Revolcarse en el lodazal de nuestras consideraciones.
El fin de un período coincide con el comienzo de otro. La última página del cuarto libro que se cierra me empuja a realizar cambios, todavía no concretados. Quizás nuevos materiales, nuevos formatos y distinta periodicidad. Punto y seguido.
Algunas veces la vida se presenta en cueros, redonda y contundente, real como una mujer desnuda e imperfecta, como una madre de las de antes o como una bruja de ahora. De vez en cuando la vida se nos presenta real, como la vida misma.
Pasan los días sin el rayo que precede al gran ruido y las musas huyen en carrera de fondo, como cuando el apetito perdido parece irrecuperable. Un día volverán, o pasarán fugazmente por el escenario que frecuento, si no es que se han perdido para siempre en un bucle eterno.
Dormir a pierna suelta en tierra de delicados osos es: exponerse a la curiosidad agresiva de niño grande, al muñeco con explosivo interior y a la zarpa lacerante que hace rojos surcos en la carne.
Los altos edificios cuyas ventanas son las viñetas de una historia que no acaba, están rematadas en su vértice por una figura humana, que con el brazo levantado alivia el picor de la atmósfera.
Por la empinada subida por donde se camina despacio, de las paradasa breves, del aliento escaso, se llega al paraiso rojo, la verde bajada de arcos de piedra, rumor de agua y bullicio de plaza.
Dométicos y orondos cuando llega San Martín, se les aplica la sistemática violencia. Entonces, blanca, exangüe y depilada carne sobre una mesa de despiece, se convierten en proteínas para carnívoros.
Campeones que vuelan encima de un ruido, que deslizan su cuerpo por el rugoso asfalto como si fuera nieve primavera, o que evolucionan en imposible acrobacia agarrados a una motocicleta. Y lo celebran saltando con una botella de champán en el podium.
En el inestable equilibrio de las relaciones personales. En los vaivenes de la disputa y la fricción diaria, unas veces estamos arriba, arrogantes y airados y otras abajo, en sumisa posición, esperando la última embestida, la desgracia del tiro de gracia.
Descubrir lo que tenemos encomendado, lo que la curiosidad nos señala y aquello que nos sirve de ejemplo sin utilizar el vértice del mástil, donde el ojo gira, para desvelar pasiones pequeñas, prurito de estómago, grandes locuras.
Se bloquean paises para ahogar su economía y provocar una crisis. Se bloquea la puerta y de repente se abre. Se bloquea la autovía del incierto futuro como los jugadores se obstruyen para evitar el triunfo.
Andar en un campo de dunas líquidas. Equilibrio de brazos en cruz en mediterráneo sereno. Castillo y faro también que vigila mi noche. Mar de Almeria, tabla de agua
Esa zona estable donde todo debiera ser apacible y sin embargo se percibe un malestar incomprensible. Espinas de flor. Sorbo de vinagre en botella de vino bueno. Incomodo retorcerse en el prado llano.
Existe una actividad para relajar a los ejecutivos y canalizar su agresividad, se llama "paintball" y consiste en disparar bolas de pintura a un adversario. Propongo hacer lo mismo con mi dosificador de silicona. Tiro pegajoso.
Una sutileza oriental en tierra y maceta. Sensible y blanco presente. Delicada y frágil porcelana. Vida vegetal para cuidarla. Dibujo con trazos de tinta y pincel chino. Orquídea para rato.
En otra época no existía otro sistema de comunicación que el cara a cara o el epistolar, dibujado en una fina hoja de papel. Después nos dimos recados por un largo y fino cable. Hoy día aguantamos horas con un cada vez más pequeño artilugio pegado a la oreja. Pronto nos lo implantarán en el oido mediante una sencilla intervención.
Dicen que existen días en los que un mundo plano aparece delante de nuestros ojos. Yo, alcanzo a recordar ligeramente, que alguna vez experimenté en mi niñez o en mi juventud primera este sentimiento ya casi olvidado.
Si la región anatómica que se situa en la cara anterior de la sinfisis de la mujer, de triangular forma y vértice inferior, de natural velloso y blando como almohadilla, descansara sobre la cumbre del Monte llamado de Venus estaríamos ante una bella redundancia...el monte sobre el monte.
Con las primeras lluvias y los primeros fríos, se cierran estas carpas situadas al borde del mar y cuyo nombre evoca canciones veraniegas. Son los templos del pescado fresco, aunque en muchas ocasiones extraido a miles de kilómetros del mar que baña nuestros pies.
Las heridas abiertas que destilan un material purulento deben sanearse antes de aproximar sus bordes para su cicatrización. La supurante herida infranasal no es una excepción a esta máxima
Las metopas son historias en relieve en forma rectangular o cuadradas. Estas historias descriptivas, contenidas en un triangulo rectángulo se rigen por el conocido teorema que relaciona los catetos y la hipotenusa.
Veinticuatro meses después, cuatrocientos dibujos con texto y mucho tiempo dedicado sobre la mesa fría y caliente, en la que se fracturaron los lápices al afilar o lijar su punta y mis manos se volvieron color ladrillo y sepia, a veces mi camisa también. Respiré su polvo y aspiré el olor de la laca que fija las partículas. Manoseé los libros como reliquias. Setecientos días después continuo.
Conviene salirse, de vez en cuando, de los formatos pequeños y de los límites del detalle, no solo por ampliar los horizontes a una dimesión superior, sino simple y llanamente porque es necesario en el transcurrir de la vida cotidiana y doméstica.
Hasta hace poco en mi despacho tenía en lugar de un cómodo sillón, una silla de anea heredada en no se qué mudanza de no se qué vivienda. Seguramente habrá servido para acomodar en noches de verano y a la puerta de una casa a una tertuliana tardía.
La vergüenza es un asunto muy personal. Podemos mostrar toda nuestra desnudez en el caso de que no nos vean la cara o al contrario, enseñamos con descaro nuestro rostro, sin atrevernos a exhibir el esplendor de nuestro cuerpo.
El sueño de la razón produce monstruos, pero muchas veces estos están custodiados por una particular Sociedad Protectora de Animales.
Vida infantil, pequeña y cuadriculada, para saltar sobre una pierna. Estancia donde se arrastra la piedra por piececitos inquietos. Tiza en las manos. Geometría peculiar de aceras antiguas.|
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